¿Qué es la «Piedra en Bruto» en la masonería?
La piedra en bruto somos nosotros (materia prima). La golpeamos con las herramientas que nos fueron entregadas en nuestra ceremonia de iniciación (herramienta). El sujeto que realiza la acción somos nosotros mismos (obrero).
¿Cuál es el ideal masónico de la piedra en bruto?
Por un lado tenemos una forma objetiva de decirlo y por otro una interpretación. Desde el punto de vista objetivo; el ideal masónico expresado en la alegoría de la piedra en bruto es la búsqueda de la superación y la perfección humana. Se dice por ahí que la masonería además de ser todo lo que es.
También es la iniciación a la dignidad y a la grandeza humana. Esto quiere decir que quien se convierte en masón lo hace con el objetivo de ser mejor persona. A mí, por ejemplo, me gusta decir que la masonería toma hombres (y mujeres) buenos para convertirlos en mejores (al menos idealmente).
Por otro lado tenemos la interpretación, la alegoría de la piedra en bruto suele ser relacionada con el aspecto de los vicios. Y me parece que es bastante acertado ya que el objetivo primordial de trabajar o desbastar la piedra es pulir imperfecciones.
¿Cuáles imperfecciones son en las que tenemos que trabajar?
Precisamente se trata de los vicios y la ignorancia, al final del día nuestro objetivo al acudir a Logia cada semana es ese. Que cuando salgamos nos vayamos a casa por lo menos un poco menos ignorantes, un tanto más sabios, menos viciosos (si se vale el término). Y así, cada día más virtuosos, de lo contrario de nada sirve acudir a Logia.
Uno de los aspectos que más resalto sobre la piedra en bruto y lo que nos puede enseñar a nosotros como masones. Y en general, a cualquier persona es que en nuestras manos está el destino que deseamos labrar para nosotros.
No es aquel de junto quien va a decidir si me convierto en un ebrio o un golpeador. Seré yo con mi toma de decisiones quien se conduzca por ese camino. Del mismo modo que el estudioso, el sabio y el compasivo se vuelve lo que es con la toma acertada de decisiones.
El perfeccionamiento continuo
Finalmente todos los que estamos en este camino de perfeccionamiento continuo tenemos esa noble aspiración. Hacer honor a la perfectibilidad de que gozamos por el simple hecho de ser seres pensantes, el objetivo es convertirnos en una bella obra en todos los sentidos.
De nada sirve que haya venido al mundo como ser humano si tengo mi cerebro en reposo constante o si utilizo mi mente para perturbar a los demás o perjudicarles.
De aquí se desprende el último punto que deseo tratar en este artículo y es el relacionado con la responsabilidad que tenemos con el prójimo y en lo particular con los demás miembros de una Logia.
La alegoría de la piedra en bruto no debería ser tomada como una manera de solapar al otro simplemente por temor al «qué me dirá si le digo que está mal». Es nuestro deber como hermanos ceder con complacencia, mandar sin acritud; amonestarnos con amenidad y entre otras cosas amarnos y servirnos hasta donde nuestras fuerzas alcancen.
Si yo permito que mi hermano esté en malos pasos no sólo estoy fallando como masón, le estoy fallando a mi hermano y me estoy fallando a mí.